Edición digital Logos
¿Cómo se manejan los conceptos de temporalidad y eternidad en el ser humano? ¿Cómo lo afectan o lo influyen? ¿Cuál pesa más al momento de decidir? ¿Qué nos “ata” a lo uno y qué a lo otro? ¿En qué beneficia el uno y el otro al ser humano? ¿Hay algún punto de coincidencia? ¿Se puede definir la eternidad en función del tiempo o hay que hacerlo a la inversa? ¿Pueden superponerse temporalidad con eternidad? ¿Cómo afectó la caída a la temporalidad/eternidad del hombre? ¿Cómo lo hizo con el resto de la creación?
Este libro elabora una reflexión teológica sobre la importancia del tiempo para Dios y para el ser humano. Estudia el tiempo cronológico como creación divina (jronos, jronológico), el tiempo como eternidad (aión), y los puntos de encuentro entre ambos (que son los kairoí): desde el primero en el momento de la creación del jronos, hasta el último en el momento de la consumación de todas las cosas.
El tiempo es algo fundamental. Es una experiencia continua. Pero mucho más importante es la eternidad, que debe ser una experiencia continua también. Entender en qué tiempo estamos y cómo debemos administrarlo, qué espera Dios de nosotros en este tiempo es clave. Todo ministerio está involucrado en los tres conceptos: aión, jronos y kairós, sin embargo, muchos ministros (y no ministros) no tienen una claro entendimiento de estos puntos. La presente obra tiene como objetivo ofrecer solución a este problema para la iglesia de habla hispana.
“Además, Kronos era el dios del tiempo humano (del calendario, de las estaciones y de las cosechas), sin relación al tiempo en general.” (Page 12)
“A través de esta experiencia pude empezar a entender que el tiempo pasado no es algo consumado que solo podemos recordar, y el futuro no es esa etapa que vendrá a mi vida paulatinamente, sino que desde ‘mi presente’ puedo tener acceso con la ayuda del Espíritu de Dios a lo que paso y a lo que vendrá.” (Page viii)
“El tiempo es una de esas ‘cosas’ invisibles que están cerca de nosotros durante toda nuestra vida, pero que no se destacan a menos que intencionalmente pongamos nuestra atención en ellas.” (Page vii)
“¿Acaso Pablo no sabía que Kronos eran un dios griego, como lo fue Kairós y lo fue Aión?” (Page 5)
“Desde antes de nacer, sin embargo, ya nos están condicionando con elementos culturales. Estos elementos ‘nos atacan’ para moldearnos a esa cultura, correspondiente a ese tiempo y ese lugar. Nuestra mente, preparada para recibir la verdad comienza a ser bombardeada con ideas, algunas de las cuales son verdaderas, pero la mayoría son falsas.” (Page 1)
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Rafael Iglesias
23/07/2018
Geremias Medrano
23/06/2018