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Este trabajo está diseñado para satisfacer dos necesidades importantes. La primera es responder a la pregunta de si existe o no la adoración “reformada”. Esta pregunta bastante notable surge en medio del caos litúrgico de nuestros días, una era en la que se están haciendo intentos en todas partes para injertar la doctrina reformada y la política en las formas de iglesia de liturgia mínima (iglesia baja), iglesia liturgia altamente elaborada (Iglesia Alta) e iglesia sin liturgia (es decir, iglesias sin iglesia). La respuesta que se presenta en las páginas siguientes es sí, existe una adoración distintivamente reformada, es la forma más adecuada para expresar y difundir la fe reformada, y de hecho, la fe reformada no sobrevivirá en combinación con formas de adoración ajenas a ella.
En segundo lugar, este trabajo está diseñado para proporcionar recursos a la manera del antiguo Libro de Orden Común para aquellos que “dirigen la adoración”. Sospechamos que una de las razones del deterioro de la adoración reformada ha sido la relativa inaccesibilidad de los recursos extraídos de la iglesia reformada.
—Tomado del prefacio a la primera edición