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¿Son históricos los acontecimientos narrados por los evangelistas? Si es así, ¿cómo se explican las notorias discrepancias que –según muchos críticos- imposibilitan una lectura armonizada de los Evangelios y descartan, por tanto, su plena historicidad?
¿Se trata de ficciones legendarias sin base alguna en la historia real?... Al intentar abordar estas cuestiones surgen otra de no menos imperiosa actualidad: ¿se puede considerar “histórico” un concepto como la “resurrección”?...
“Pablo omite de su relación de los eventos pascuales como lo que incluye: no menciona, por ejemplo, la aparición de Jesús a las mujeres, que ocupa un lugar destacado en los cuatro Evangelios; no incluye ninguna de las evidencias de la resurrección: visiones de ángeles, la piedra quitada, los lienzos dispuestos dentro del sepulcro; y por otro lado, informa de varias apariciones del Resucitado que los evangelistas aparentemente no relatan: la de Jesús a Cefas (Pedro), a Jacobo, y sobre todo, a «los más de quinientos hermanos a la vez».” (Pages 11–12)
“Es decir, que el escrito de Pablo es «histórico», mientras los Evangelios no lo son” (Page 12)
“lenguaje de la invención piadosa, o «lenguaje de la fe” (Page 12)
“se alega una falta de armonía narrativa en los relatos evangélicos” (Page 13)
“ Resucitado, y así lo palpa el lector que acude a los Evangelios” (Page 7)