Reformando el matrimonio
Reseña
Douglas Wilson examina los valores que hoy día han distorsionado el diseño original de Dios tocante al matrimonio, uno de los cuales ha sido la falta de liderazgo masculino en la familia:
"En nuestra necedad, nos hemos apartado de la enseñanza de la Biblia sobre la masculinidad, y su importancia central para los hogares cristianos. Con toda la sabiduría de hombres necios, hemos tratado de sustituir la dureza de la masculinidad por la delicadeza de las mujeres. Las consecuencias para nuestros matrimonios y nuestras familias—y por lo tanto, para nuestra cultura—no han sido nada menos que desastrosas."
El autor se esmera en delinear los valores bíblicos de cada aspecto de la relación matrimonial para proveer una plantilla bíblica que permita a las parejas escapar de las ideología populares y psicológicas y reintroducirlas al diseño que Dios, el autor del matrimonio, trazó originalmente.
Top Highlights
“El cristiano maduro entiende que la obligación de todas las criaturas es glorificarle a Dios en todo. Por lo tanto es evidente que tal varón cristiano maduro será también un marido de madurez. Igualmente, la mujer cristiana de madurez será una esposa madura. La madurez en el Señor es una condición previa a la madurez en el matrimonio.” (Page 11)
“corazones nuevos. Como lo dijo William Tyndale, ‘Cuando Dios edifica, primero derriba todo. El no hace remiendos.’” (Page 9)
“Si el marido es hombre santo, entonces ese dominio no será severo; será caracterizado por el mismo amor sacrificado que demostró nuestro Señor en la cruz.” (Page 21)
“Así como el marido trata de imitar al Señor en sus obligaciones, debe ser un labrador para su esposa. Esto quiere decir que debe sustentarla y cuidarla de la misma manera que cuida a su propio cuerpo (Ef. 5:29). La palabra ‘sustentar’ es ektrepho, la cual significa ‘alimentar, criar a madurez.’ La palabra ‘cuidar’ es thalpo, y significa ‘calentar, abrigar con amor cariñoso.’ El marido que no demuestra un cuidado particular y tierno a su esposa, y luego espera que ella sea fructífera y bella, no es labrador verdadero; él es un idiota – la palabra griega para eso es probablemente cabezón. El hombre debe amar a su esposa en una manera sacrificada (Ef. 5:25), y a menos que cultive su jardín con un cuidado extraordinario, no debe esperar nada más que mala hierba.” (Page 40)
“El marido también tiene que cumplir con las necesidades sexuales de su esposa” (Page 42)
- Título: Reformando el matrimonio
- Autor: Douglas Wilson
- Editorial: Faro de Gracia
- Fecha de Publicación: 2003
- Páginas: 132
