Productos>Escándalo: La cruz y la resurreción de Jesús

Escándalo: La cruz y la resurreción de Jesús

Edición digital Logos

Ediciones Logos están totalmente conectados a su biblioteca y a sus herramientas de estudio de la Biblia.
Actualmente este producto no está disponible para ser comprado.

Reseña

Nada es más central en la Biblia que la muerte y resurrección de Jesús. La Biblia entera gira alrededor de un fin de semana en Jerusalén hace unos dos mil años. Este libro resume las implicaciones de estos sucesos. Es decir, provee una explicación introductoria de la cruz y la resurrección, estudiando los escritos de algunos de los testigos. Pero, algunas personas, no pueden llegar a comprender estos hechos y les parece un verdadero escándalo.

Top Highlights

“Todos sabemos lo que es la ironía. La ironía expresa una idea usando palabras que normalmente significan lo contrario de lo que en realidad se está diciendo. A veces la ironía es intencional: por supuesto, el que habla sabe que está usando la ironía.” (Page 14)

“3) A veces, la duda es un rito de paso, una función de la maduración” (Page 147)

“La expresión ‘tomar su cruz’ no es un modismo para referirse a una molestia insignificante, tal como una uña encarnada, un dolor de muela o un pariente imprudente: ‘Todos tenemos una cruz que cargar’. No; en el primer siglo, hubiera sido imposible interpretarlo de esa manera. En esa época y cultura era impensable bromear acerca de la crucifixión; sería equivalente a bromear acerca de Auschwitz hoy día. Tomar tu cruz no significa seguir adelante con valor a pesar de haber perdido tu empleo o tu cónyuge. Significa que estás condenado a muerte; estás cargando la parte horizontal de la cruz de camino al lugar de la crucifixión. Has abandonado toda esperanza de vida en este mundo. Es ahí —y sólo ahí— que, según Jesús, estamos preparados para seguirle.” (Pages 24–25)

“Vivimos en una época en la que lo único malo es decir que alguien está mal.” (Page 44)

“La verdad es que Jesús no podía salvarse a sí mismo, no por algún impedimento físico, sino por un imperativo moral. Vino a cumplir la voluntad de su Padre y no iba a permitir que le desviaran de esta misión. Aquél que clamó con angustia en el huerto de Getsemaní: ‘Hágase tu voluntad y no la mía’ estaba comprometido con un mandato moral de parte de su Padre celestial, tanto así que, al final, era impensable desobedecer. No fueron los clavos lo que sujetaron a Jesús a esa horrible cruz; fue su decisión incondicional, por amor a su Padre, de cumplir Su voluntad y, dentro de ese marco, fue su amor por los pecadores como yo. Realmente, no podía salvarse a sí mismo.” (Page 29)

Opiniones

Valoraciones de 0

Inicie sesión con su cuenta Logos

    Actualmente este producto no está disponible para ser comprado.