Edición digital Logos
Examina el ministerio del pastor en tres áreas: preparación, responsabilidades y relaciones. En la unidad de preparación se estudian las cualificaciones, la vida devocional y la vida personal del pastor. En las unidades sobre las responsabilidades se analiza el lugar del pastor en la predicación y enseñanza, adoración, cuidado pastoral, dirigir, preparar, formar grupos célula y servicios especiales. En la unidad final se examinan las relaciones del pastor con los líderes laicos, el equipo, el trabajo y el llamamiento. Este es un estudio basado en principios para establecer una base de toda la vida para el ministerio pastoral.
Este libro es parte de la Colección Fe y Acción (13 vols.). Si estás interesado en todos los títulos, ahorra adquiriendo la colección al completo aquí.
“Los beneficios del ayuno generalmente vienen después de terminarlo. La persona puede tener momentos de reflexión espiritual durante ese tiempo, pero más que todo, es simplemente trabajo. El ayuno no es un tiempo de cosecha espiritual, ni siquiera de sembrar—es más como limpiar un terreno. El terreno espiritual está lleno de piedras, hierba y troncos; así que cuando usted ayuna, está trabajando con el Espíritu para limpiar el terreno. Luego puede ser arado y sembrado, pero ¡es un trabajo duro! Puede sentir que tiene ampollas en las manos y dolor de espalda, y puede tener sed y estar quemado del sol. Pero vale la pena porque está limpiando el terreno para Dios.” (Page 41)
“El trabajo que Marta estaba haciendo era bueno, pero no era tan importante como estar con Jesús. Jesús dijo que María había escogido lo mejor (Lc 10:42) al sentarse a sus pies, escuchándolo. En esta historia, Jesús nos enseña que ser es más importante que hacer. La relación está siempre antes que el ministerio. Usted no puede ser la persona de Dios sin hacer la obra de Dios. Pero puede hacer la obra de Dios sin ser la persona de Dios.” (Page 32)
“La oración es para el alma lo que el aliento es para el cuerpo porque la oración renueva y transforma nuestro espíritu a la imagen de Dios. La oración *alinea nuestros pensamientos y emociones con los deseos de Dios, expande nuestra visión y nos ayuda a pensar como Él piensa. La oración pone en perspectiva toda la vida y la eternidad; por tanto, es esencial.” (Page 31)
“A veces la fe nos capacita a mover montañas. Otras veces, la fe nos ayuda a subirlas. Y la fe ayuda a algunos a morir en las montañas. Predique la Biblia completa. No escoja solamente los versículos que agradan a la gente. Predique la Biblia entera—¡Tarde o temprano su congregación la va a necesitar!” (Page 65)