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Una de las actividades más difíciles para el creyente ha sido siempre la de la oración. Todos nos identificamos con la petición de los Apóstoles a Jesús: "Señor enséñanos a orar" (Lc. 11:1). Por eso, es siempre una tarea muy agradable la de poder presentar un buen libro sobre la oración. En este caso, se trata de la obra de un pastor holandés Frans Bakker.
Los que le conocían testifican de que su predicación era, al mismo tiempo, sencilla y profunda. Se dice que los niños le podían seguir con facilidad. Estas dos características se pueden apreciar también en su libro sobre la oración. Por ello, resulta ser un libro particularmente instructivo en este tema tan difícil de la oración. Su estilo es muy valioso a la hora de tratar los diversos aspectos de lo que la Biblia llama la oración. Frans Bakker analiza detalladamente las diversas facetas de la oración. Nos enseña sobre la oración que, según las Escrituras, es agradable a Dios. Nos advierte acerca de los tipos de oraciones que Dios rechaza. Finalmente, explora aspectos de la oración que siempre causan perplejidad, como por ejemplo los referidos a las que llamamos oraciones eficaces, incumplidas o las que se hacen demasiado tarde.
Frans Bakker destaca constantemente la centralidad que la oración debe ocupar en la vida del creyente. En todo momento busca señalar las actitudes pecaminosas que estorban nuestras oraciones. Pero también se pone de manifiesto la necesidad y el poder de la gracia de Dios en Cristo Jesús para poder orar como debemos. Por todos estos aspectos, es, por tanto, un libro ideal para reflexionar sobre lo que es la oración según las Escrituras y poder hacerlo aunque no dispongamos de mucho tiempo. Los capítulos son cortos y se leen con facilidad. Necesitamos buenos guías en temas como el de la oración. El libro de Frans Bakker es uno de ellos.
“Pero entre la oración y la respuesta se encuentra la soberanía de Dios. La lección que nos enseña un Cielo silencioso es que Dios no está bajo obligación alguna con el pecador. La gracia enseña al pecador a recurrir a la gracia.” (Page 15)
“Pero por gracia hay también otra clase de soledad, la soledad del aposento, donde el hijo de Dios experimenta la comunión secreta con Dios en oración. Esta soledad es preferible a toda la amistad del mundo. Aun si en el aposento experimentamos cuán miserables somos a los ojos de Dios, sigue siendo, con todo, el mejor lugar que el hombre puede encontrar sobre la tierra.” (Page 6)
“Aquí, ante el rostro de Dios, cada uno está a solas con él. Aquí, la actitud apropiada es la de quedar espiritualmente al descubierto en nuestra vergüenza y miseria, exponiendo nuestro pecado y nuestra culpa, y de desnudarnos de nuestra pretendida justicia ante el Dios que todo lo ve.” (Page 8)
“Señor, enséñame a morir a mis deseos, a mi orgullo, a mi autoestima” (Page 22)
“una causa de mucha oscuridad espiritual es la ausencia de oración” (Page 10)
Frans Bakker nació en Zelanda, Holanda, en 1919. Perdió a sus padres siendo un niño. Educado por otros parientes, pronto empezó a mostrar un gran interés por el estudio bíblico. También por ayudar espiritualmente a los más jóvenes. A los 37 años pudo cumplir uno de sus mayores deseos, el de poder dedicarse completamente al ministerio de la Palabra. Ejerció dos breves pastorados, primero en Huizen y posteriormente en Driebergen donde murió de cáncer en 1965. Fue un pastor muy querido por los suyos y cuyo ministerio fue bastante apreciado.
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Erik Paul Aguirre Estela
17/09/2018
Luis Alberto Benites Vilchez
02/04/2017
Jose Michel
08/08/2016