Filipenses: Versículo a versículo

por Grant R. Osborne

Editorial:

Editorial Tesoro Bíblico

, 2020

Overview

Mientras está sentado en una prisión romana, el Apóstol Pablo no se enfoca en las dificultades de su propia situación cuando escribe a los filipenses. Más bien, está interesado en alentar a la iglesia en Filipo, que él y su equipo ministerial habían fundado en su segundo viaje misionero. Se desborda de alegría mientras insta a sus lectores a mantener la unidad al buscar modelos a seguir: él mismo, su hermano Epafrodito, pero sobre todo Jesucristo. En Filipenses Versículo a versículo, Grant R. Osborne se sumerge dentro de esta carta para mostrar a los lectores la estrecha colaboración de Pablo con la iglesia de Filipo. Estos creyentes siempre estaban dispuestos a ayudar a Pablo cuando estaba en una situación difícil, y su relación con ellos le dio un gran aliento incluso en medio de ser perseguido por el bien del evangelio. Osborne ayuda a los lectores a aprender sobre el servicio de los filipenses y la gratitud de Pablo, para que nosotros también podamos mantener la alegría en las circunstancias más difíciles.

Contents

Top Highlights

“Por lo tanto, podemos concluir que Filipenses fue escrita hacia el final del juicio de Pablo en Roma en el año 62.” (Philippians)

“es primero vertical con Cristo y luego horizontal con otros creyentes” (Philippians)

“Los esclavos eran propiedad de su amo y estaban completamente bajo su control” (Philippians 1:1–2)

“El punto de Pablo en Filipenses 4:15–16 es que ninguna de las otras iglesias de ese viaje pasó a compartir su ministerio evangélico como lo hicieron los filipenses. Durante sus primeras semanas en Corinto, Pablo se vio obligado a mantenerse a sí mismo haciendo tiendas de campaña (Hechos 18:3), pero después de que Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, ‘se dedicó exclusivamente a la predicación’ (18:5).” (Philippians 4:15–16)

“Valorar a los demás por encima de usted mismo no significa menospreciarse a sí mismo, sino más bien admirar a los que le rodean, no odiarse a usted mismo sino amar y servir a los demás aún más. No se rechace a usted mismo, sino que coloque a sus hermanos y hermanas en un pedestal sobre usted.” (Philippians 2:3–4)