Edición digital Logos
“Si se predica un sermón en una iglesia y nadie escucha, ¿sirve para algo?”
Hay muchos predicadores expositivos que renuncian a la entrega dinámica y muchos predicadores dinámicos que pierden de vista la comunicación fiel del texto bíblico. Con demasiada frecuencia, los predicadores sienten que tienen que elegir uno u otro. Pero la entrega dinámica y la exposición fiel no son mutuamente excluyentes.
En Predicar para ser escuchado, Lucas O’Neill muestra a los pastores que presentar sermones atractivos que estén enfocados bíblicamente no es imposible. De hecho, la clave para llamar la atención radica en el texto mismo. En lugar de depender de trucos o artimañas, su enfoque de la escritura de sermones se centra en mantener la tensión constante mientras se sigue de cerca el texto bíblico. Utilizando ejemplos prácticos y un método paso a paso, O’Neill muestra a los pastores cómo confiar en la anticipación inherente dentro de las Escrituras puede conducir a sermones poderosos (y que la gente escuche).
¿Puede nuestra predicación ser expositiva y también captar la atención de las personas? O’Neill responde que sí explicando el papel de generar tensión en la predicación. El libro es maravillosamente claro y está lleno de ilustraciones útiles y consejos prácticos. ¡Una lectura útil para todo predicador!
—Thomas R. Schreiner, Profesor honorario de Interpretación del Nuevo Testamento y profesor de Teología bíblica, Southern Baptist Theological Seminary
En su perspicaz libro sobre predicación, Lucas O'Neill reúne una variedad de disciplinas y experiencias en un enfoque unificado y práctico que ayudará a cualquier predicador, ya sea que esté en el seminario o haya estado predicando durante 20 años. Para aquellos que desean crecer en su capacidad de ser fieles a las Escrituras y llamar la atención de sus oyentes, este es el libro para ustedes.
—Julius J. Kim, Decano de estudiantes y profesor de Teología práctica, Westminster Theological Seminary (California); autor de Preaching the Whole Counsel of God: Design and Deliver Gospel-Centered Sermons
Si eres un predicador, la tensión es tu amiga, no tu enemiga De hecho, si tu sermón carece de tensión, la gente dejará de escuchar, incluso si no has terminado de predicar. Afortunadamente, como argumenta Lucas O'Neill, la predicación expositiva y la predicación atractiva no son mutuamente excluyentes. Este volumen te ayudará a aprovechar el poder de la tensión en tu predicación para atraer la atención de tus oyentes. No hay trucos aquí. La estrategia de O'Neill refleja cómo la Biblia misma comunica su mensaje. Por el bien de tus oyentes y la gloria de Dios, toma y lee este libro. Luego ponlo en práctica.
—Steven D. Mathewson, autor de The Art of Preaching Old Testament Narrative y Preaching the Four Gospels with Confidence
“Un sermón no tiene ningún beneficio a menos que llame a nuestra fe a aferrarnos a la persona y al trabajo de Jesucristo.” (source)
“Básicamente, existen dos formas de encontrar la pregunta general de su tesis. La primera forma es convertir su tema en una pregunta (como hemos visto en el capítulo anterior). El complemento será su respuesta, y el tema es la pregunta que impulsará ese sermón.” (source)
“‘¿Cuál es la gran idea de este pasaje?’ La respuesta es su declaración de tesis.” (source)
“El problema no es llamar la atención; el desafío es lograr que la audiencia ponga su atención en su mensaje. Por lo tanto, para el predicador, el objetivo no es llamar la atención, sino centrarse en la importación del texto de las Escrituras.” (source)
“La tensión es el suspenso que se genera cuando alguien descubre que hay algo de interés que pronto se revelará.” (source)
Lucas O’Neill (DMin, Gordon-Conwell Theological Seminary) Lucas es profesor de homilética en Trinity Evangelical Divinity School (Deerfield, IL). Ha sido pastor de Christian Fellowship Church (Itasca, IL) durante más de diez años, y es el director ejecutivo de Chicagoland Gospel Network. También ha impartido cursos de predicación en Moody Bible Institute, en Novi Sad (Serbia), y en Ho Chi Minh (Vietnam). Está casado con Tina y tienen cuatro hijos.