El rey pastor
Overview
“Otro libro sobre David”. Si es así como tú reaccionas al anuncio de este nuevo libro, déjame intentar ayudarte a no sacar una conclusión precipitada. Es verdad que hay bastantes libros sobre el rey David: es un personaje bíblico que siempre ha cautivado a la gente. Pero este libro en particular reúne una serie de virtudes que no siempre se encuentran juntas.
Top Highlights
“Mientras que la protección de David sobre Keila fue durante un breve período, la protección de Cristo sobre su pueblo es constante e incesante. Aunque derrotado, Satanás aún dirige la guerra contra el pueblo de Dios. El mundo, la carne y la muerte aún lo amenazan. Pero ningún enemigo acabará venciendo a ese pueblo, porque Cristo le protege.” (Page 78)
“Fue la gracia de Dios la que descendió, escogió a David de entre sus hermanos y le designó como futuro rey de Israel. Cuando lo hizo, sobrepasó la sabiduría y dignidad humanas. La gracia sorprendió a Samuel, a Isaí y a los hermanos de David.” (Page 22)
“se pudiera otorgar de esta manera. La idea de salvación eterna a través de un” (Page 22)
“El quid de la cuestión es éste: nuestro problema no es Goliat, sino nosotros y nuestra falta de fe. ¿Y cuál es la respuesta? ¿Intentar crear para los cristianos un clima más favorable a través de procesos políticos, o inclinar nuestros rostros ante Dios confesando nuestra falta de fe y suplicar que el Espíritu que movía a David se mueva también poderosamente en nosotros? ¿Consiste en ponerse la pesada armadura de Saúl, o en tomar el mensaje del Salvador crucificado y arrojárselo a este tenebroso siglo con el poder del Espíritu de Dios?” (Page 33)
“Es importante que reconozcamos que el que David cruzara el Jordán no fue un emblema de la gracia restauradora sólo hacia él, sino hacia toda la nación. Dios es quien había establecido a David sobre la nación, y la nación había sido bendecida bajo su mandato. Pero la gente, sin respeto ni consideración a la voluntad de Dios, pecó siguiendo a Absalón. El pueblo no se merecía un rey tan bueno como David, pero Dios se lo devolvió.” (Pages 275–276)