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Abnegación es la cualidad que nos lleva a sacrificar voluntariamente nuestros propios deseos, pasiones e intereses. Toda madre ostenta ésta cualidad porque invierte sus fuerzas y su juventud en la vida de otros seres. ¿Recuerda su experiencia como primeriza? ¿Quién le dio los primeros consejos? ¿Cómo aprendió a renovar sus fuerzas luego de una larga noche en vela? ¿De dónde sacó tanta creatividad para solucionar problemas? ¿Quién le proveyó esa fuerza interior en el momento más doloroso? ¿Cómo enfrentan el trajín de cada mañana? ¿Cuál ha sido la mayor alegría? Las cuatro madres mencionadas en este libro son: Eva, la madre de la humanidad; Sara, madre de naciones; Lea, madre de la casa de Israel; y Jocabed, la madre del libertador. Si usted es madre, éste libro le confirmará que está viviendo la aventura más maravillosa y desafiante de su vida.
“Es así como Eva llega a ser la madre de la humanidad. Una mujer que experimenta el dolor de la maternidad, el fracaso, la frustración pero a la vez la esperanza. Eva me enseña que para ser una buena madre debo empezar por conocerme a mí misma, y me recuerda que a pesar de mis errores y desaciertos, Dios tiene todavía un plan personal que cumplir conmigo. Porque él es el Dios de las oportunidades y su gracia es infinita.” (Page 36)
“El primer gran reto de la vida de Sarai fue creerle a Dios.” (Page 41)
“Esta historia es la de Jocabed, la madre de Moisés. Ella dio a luz a su tercer hijo en un tiempo muy difícil. Faraón había decretado la muerte de todo niño varón que naciera de los hebreos. Así que su hijo nació prácticamente con una sentencia de muerte.” (Page 99)
“Este versículo hace referencia a la fe de los padres de Moisés. Nos dice claramente que fue ‘por fe’ que Jocabed ocultó a su hijo por tres meses.” (Page 102)
“Cuando la fe decae o flaquea, empezamos a hacer las cosas a nuestra manera sin considerar si realmente es la voluntad de Dios.” (Page 52)