Edición digital Logos
La predicación en la Iglesia es la verdadera alma del ministerio pastoral de Juan Calvino, y ésto fue lo que dio forma a su obra como teólogo. Calvino fue fundamentalmente un predicador. Su mensaje en el púlpito estaba dominado tanto por la reverencia hacia la Sagrada Escritura como por el sentimiento de la dignidad y responsabilidad de la misión de predicar la Palabra de Dios. Los sermones sobre la Epístola a los Efesios fueron predicados entre 1558 y 1559, cuando Calvino comenzó a recoger los frutos de veinte años de ministerio y de intensas luchas. En ellos, la voz de Calvino resuena llamando siempre a la conversión al Evangelio y a la reforma de la vida de los creyentes y de la Iglesia, bajo la autoridad soberana de las Sagradas Escrituras. Ahora, unos 450 años después, los sermones de Calvino sobre Efesios, por primera vez en la Historia, están disponibles en español. Esta segunda edición ha sido completamente revisada, por lo que se han corregido algunas erratas detectadas en la primera edición.
“Porque hasta que los hombres no hayan examinado así cuán pobres y miserables son, es cierto que nunca darán a Dios ni la centésima parte del honor que él merece.” (Page 154)
“que no es suficiente que un hombre haya sido llamado, sino que cumpla en pura conciencia e integridad su oficio.” (Page 16)
“Pablo dice que él es apóstol enviado por él. Esto presupone dos cosas; una, que S. Pablo tenía el ministerio que le había sido encomendado; y la segunda, que cumplió debidamente, que se empleó fielmente en el oficio al que fue llamado.” (Page 15)
“Jesucristo dice que su voz tiene este poder para resucitar los muertos, toma esto como un símil. Porque a pesar de la vida que pretendamos tener, si estamos separados de Dios estamos en una muerte espiritual; a pesar de que todos los incrédulos pretendan en su sabiduría y en su virtud estar más que vivos.” (Page 155)
“Si pues, deseamos estar unidos —como es bien necesario para ser hijos de Dios— que estemos vigilantes a fin de que Satanás no levante ningún combate entre nosotros, sino que seamos pacíficos y que intentemos prevenir los problemas cuando veamos alguna apariencia de los mismos.” (Page 381)