Las controversias de Jesús
Reseña
El título Las Controversias de Jesús no significa que Jesucristo fuera una figura controversial, sino que sostenía controversias. De hecho, muchos de sus discursos públicos eran debates con los líderes religiosos contemporáneos en Palestina. Ellos no estaban de acuerdo con él, y él a su vez disentía con ellos. En este libro, John Stott estudia las controversias de Cristo, con el propósito de aclarar las cuestiones debatidas y para demostrar que todavía tienen vigencia hoy. La posición que Cristo adoptó en cada debate es la que cada cristiano "evangélico" debería sostener, ya que si reunimos todas las verdades en que insistió Jesucristo en estas controversias, el resultado será una exposición bastante amplia de lo que significa la "fe evangélica."
Top Highlights
“Debemos distinguir entre la mente tolerante y el espíritu tolerante. El cristiano siempre debe ser tolerante en espíritu, lleno de amor, de comprensión, perdonando y soportando pacientemente a otros, pues el verdadero amor ‘todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta’.14 Pero, ¿cómo podemos tener mentes tolerantes hacia lo que Dios ha revelado claramente que es malo o erróneo?” (Page 18)
“Jesús enunció tres principios importantes. Primero, que la Escritura es divina, mientras que la tradición es humana. Segundo, que la Escritura es obligatoria, mientras que la tradición es optativa. Tercero, que la Escritura es suprema, mientras que la tradición es subordinada. Consideraremos estos tres principios individualmente.” (Page 76)
“Jesús indicó que el error de los saduceos era básicamente su ignorancia bíblica. La mayoría de los errores en la iglesia de hoy, especialmente aquellos que desencadenan controversias innecesarias, también se deben al desconocimiento o al desprecio por las Escrituras.” (Page 57)
“En primer lugar, lo antiguo necesita una comprensión renovada. Cuando afirmamos que la revelación de Dios se completó en Cristo y en la enseñanza de los apóstoles acerca de él, no dijimos ni inferimos que no tenemos nada más que aprender. El Espíritu Santo ha seguido enseñando al pueblo de Dios, y continúa haciéndolo. Pero su instrucción se concibe correctamente como iluminación, no como revelación. La revelación es Dios que se descubre históricamente en Cristo; la iluminación es la mente del hombre que se descubre para ver lo que Dios ha revelado en Cristo. La intención de Dios no incluye ninguna revelación nueva para la iglesia, sino una comprensión progresiva de la antigua.” (Page 43)